lunes, 7 de enero de 2008

Procaz,
entre la bocina de un pueblo estoico
refugiado en muladar,
arrumbo armas en resquebrajo de tu ego
digo mueres falaz sin saberte yo mismo
piénsame yo mismo para suspirarnos,
preferirnos, morirlo.

Decido un río que traspasa
lo mortem triste y regurgitado
cual cascada resonando en tren
llena poderoso un sediento estigma.

Poza adentro ojos vislumbran
un gran baile donde ruido no vinyl
donde dioses al festejo de su ego
enojan, discuten, destruyen, se sacian
baile ritmo tempestuoso, pre-ancestral
la máquina reproduce limbos, cielos, iglesias
sentados en templo casi muerto casi Humano
diablo y sistema preparan dilucidan
fango próspero para Hombre
que en rivera antes de ser tragado
se nos acomide mierda vuelta a caducar

platos de espejos convexos
dentro, apetecibles
de Artaud a brûlée se vejan mutuos

casi yo a flote muy pesado
cierro puños donde bocas no mente
y entretejo de nuevo silente voz,

cuando caza flor y mata
el botón de tu camisa nueva te destroza el pecho
incide; ni muere, ni piensa, ni hace;
ahora gran espectador de violencia
de imagen catatónica, vomitiva
la flor te pudre la estirpe
te disloca el sexo te trastorna suave
y quieres meter los dedos
pero estás
estamos
denigrados

y te cansa


abrazarte





a ti mismo.


¡Y qué putas si el mundo quiere sangre, semen, bala y fluidos!
fluidos de crema metálica deglutiéndola a contra tiempo
crema seca, estalagmitas sangradas
sentir de dolores apelmazados los abscesos,
encallar en roca efímera, casi un libro casi un mundo.

Descansemos, descansemos oscilando en humo y luz

que la nube se excita y se parte con Dalí,
que se adviene sinestesia, pitonisa de un mañana

que etéreos ya habitados los entes y La Mente

explotan espacios,

explotan

despacio…